Hoover Wadith Ruiz Rengifo[1]

Colombia regula la responsabilidad administrativa de las personas jurídicas con la Ley 1778 de 2016 del 2 de febrero de 2016, y nace el Compliance officer (Oficial de Cumplimiento). Un nuevo profesional, aunque hasta ahora sólo es mirado como un oficio. Dicho Oficial de Cumplimiento, será el encargado de supervisar el cumplimiento de los códigos de conducta voluntarios de las empresas, ya que se precisa que la Superintendencia de Sociedades promoverá los programas de Transparencia y ética empresarial (códigos de conducta). Está en discusión el perfil laboral del oficial de cumplimiento, y su responsabilidad. Los requisitos mínimos para ser un Oficial de Cumplimiento, son:

• 1. Formación preferible como abogado, Ciencias económicas, Administración, Finanzas, Negocios internacionales o afines. Acreditar formación certificada en anticorrupción y ética.
• 2. Ser creativo e imaginativo para hacer cumplir la norma en su compañía.
• 3. Ser una persona íntegra e independiente, versátil y resolutiva.
• 4. Alta capacidad de organización y comunicación y habilidades negociadoras, y capacidad de análisis y rigor.
• 5. Contar con el apoyo de la alta dirección. Estar revestido de autoridad en la empresa para que sea respetado su trabajo.
• 6. Amplio conocimiento directo del conjunto del negocio de la empresa.
• 7. Conocimiento básico del idioma inglés.
• 8. Resiliencia
• 9. Concienciación en medio ambiente y Derechos Humanos: sostenibilidad.

Es una profesión sin antecedentes concretos en Colombia. Hace eclosión para la transformación de la función jurídica en Colombia, en los tiempos del Covid-19. En un mundo cada vez más empresarial y de incertidumbre, el Oficial de Cumplimiento es el indicado para controlar los riesgos de la empresa. Tendrá que utilizar la tecnología (incluso la 4.0) para optimizar la calidad del servicio que se presta y hacer más fuerte su core business de la empresa. Hemos anticipado la necesidad que la empresa implemente un Compliance 4.0.